La pandemia nos ha traído varios que “choques” que han afectado varios factores, entre ellos, la economía.
Pero también hemos visto luchadores, que ponen todo su esfuerzo para salir adelante.
Hoy les platicaré lo que pasa en Uganda, la forma de salir adelante, aunque no es su profesión es admirable.
Y es que les voy a contar que vi una historia que vale la pena reconocer.
En Uganda, los profesores dejaron su profesión a un lado y comenzaron a construir ataúdes, principalmente para las personas que fallecían por COVID-19, pero también para ayudar a las personas que lo necesitaran.
¿Aprovecharon la oportunidad?, dijeron algunos, aunque por muchos no fue bien visto, pero tenemos que reconocer que así ganaron dinero.
En la comunidad de Bugodi, lo que se pretendía es que no tuvieran que ir a otros lados a comprar los féretros.
Debido a que las clases ya no se llevaban a cabo, ni tampoco eran bien renumerados, pues los profesores dejaron a un lado su profesión para realizar un nuevo oficio.
En total, en esta comunidad 30 profesores dejaron las aulas, ya ahora venden sus productos entre 41.7 dólares hasta los 125.
Unos 15 millones de alumnos dejaron de ir a la escuela tras el cierre de la educación del gobierno en marzo de 2020. Algunas asociaciones temen que esto haya provocado un incremento de los embarazos en adolescentes y del trabajo infantil.
Pero también hay que señalar que las escuelas en Uganda, debido a no tener ingresos, también fueron transformadas en hoteles o restaurantes.
Por ahora, la historia contada en Uganda, se las tenía que platicar.
Miguel Isaac Khoury Siman 