
Para algunos ha sido una buena noticia el hecho de que se haya dado a conocer que exista una píldora para acabar con el COVID-19, pero para esto aún falta o por lo menos eso dicen las farmacéuticas.
Lo que nos dan a conocer ahora es que Merck, quien comenzó con la fabricación de las pastillas, es que podría permitir que otras empresas en diferentes partes del mundo puedan producir.
Al parecer, la intención es ayudar a millones de personas, incluso en los países más pobres, para que puedan acceder a la misma, que por ahora se encuentra en una etapa de investigación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) respaldó esta determinación de la empresa y lo observo la Organización de Salud Pública.
El organismo Medicines Patent Pool dijo en un comunicado que firmó un acuerdo voluntario de licencia con Merck y su socio Ridgeback Biotherapeutics para producir molnupiravir.
El acuerdo permitiría que Medicines Patent Pool otorgue futuras licencias a empresas autorizadas para producir el medicamento.
Este mes, Merck reportó que la píldora reduciría las hospitalizaciones y muertes en un 50% entre pacientes que manifiestan los primeros síntomas del covid-19.
Una pastilla antiviral que las personas puedan tomar en casa para reducir sus síntomas y acelerar su recuperación podría resultar innovadora, aliviar la abrumadora carga de casos en los hospitales y ayudar a contener los brotes en países más pobres con sistemas de atención médica deficientes.