
Después de padecer COVID-19 una persona puede tener secuelas que tardan en retirarse hasta dos años, según los especialistas de la UNAM.
De las 201 identificadas por especialistas, son 21 síntomas considerados dentro de long covid que traen problemas musculares, neurológicos, afecciones en piel, corazón, estrés y miedo posrecuperación.
Con ello, también se dijo que han síntomas persistentes que de alguna manera merman o alteran la calidad de vida y función de algunos pacientes, pues se estableció que la enfermedad no solamente afecta los pulmones ya que es sistémica e impacta en diferentes órganos y sistemas al mismo tiempo.
Los especialistas, aseguraron que una secuela de COVID-19 se considera a las manifestaciones clínicas de distintos órganos y sistemas entre 10 y 14 días después de la infección inicial.
Puede ser el sistema respiratorio, el aparato gastrointestinal, los riñones, el corazón, el hígado, el sistema nervioso central, el sistema nervioso periférico, incluso manifestaciones neurosiquiátricas, es decir, hay una gama diversa de manifestaciones como secuela.
Todas deben ser atendidas y tratadas por especialistas, pero si debieran jerarquizarse una de las más importantes, de acuerdo a la UNAM, es la fibrosis pulmonar.
Las afecciones en la piel son el rash o urticaria, la necrosis, el efluvio telógeno (caída de cabello o alopecia), sobre todo en mujeres tras presentar un cuadro severo de coronavirus y la recuperación puede tardar semanas e incluso meses.
En el corazón puede haber disfunción de nodo sinusal, cuando comienza a latir más lento; puede suceder en las fases agudas o incluso en las finales de la infección; y la miocarditis. Entre otras están la osteocondritis, inflamación en los músculos y nervios intercostales en el pecho; y dolor de espalda frecuente aun cuando no haya malestar pulmonar.