
Desde hace 100 años se había dado a conocer que las moscas carnívoras se habían extinguido, pero ahora reaparecieron en Francia.
Se dijo que la mosca carnívora o quebrantahuesos fue considerada extinta en 1836.
Lo anterior ocurrió el pasado febrero de este año en el Parque Nacional de los Pirineos, cuando durante una vigilancia sanitaria en el valle de Ossau, un guardabosques vio algunas moscas sobre los restos de un jabalí.
Se dio cuenta de que no era una mosca común, sino una carnívora, que llega a medir casis 10 milímetros de largo, con una cabeza naranja brillante, su cuerpo es de color azul metálico y en sus alas tiene manchas punteadas negras.
La mosca carnívora fue vista por primera vez en 1789, cuando el botánico Georg Wolfgang Franz Panzer escribió sobre ella y sus características, luego de verla sobre el cadáver de un perro; además la llamó Musca cynophila.
Su campo de acción se situaba en Alemania, Francia y Austria; no obstante, luego de 1836 la especie dejó de ser vista y durante mucho tiempo los científicos catalogaron a la especie como extinta.
Únicamente se sabe que es sarcosaprófaga, es decir, se alimenta de carne.