La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que la vigilancia y secuenciación genética de casos en laboratorio para detectar el COVID-19 se redujo en el mundo, lo que provoca una dificultad para el rastreo de nuevas variantes.
Se dio a conocer que hasta el momento la respuesta global a la pandemia del virus es indecisa debido a la falta de vacunas y tratamientos en muchos países.
Aunque, se reconoció que la posición del 2022 fue mejor que la del 2021, cuanto ómicron estaba en su pico y se reportaban 70 mil muertes semanales.
Fue el 30 de enero del 2020 cuando se declaró la emergencia internacional, la muertes estaban cerca del nivel mínimo de la pandemia, es decir 10 mil semanales, pero se volvió a subir desde diciembre del 2022.
Parte de esta nueva tendencia ascendente, que ha causado que las muertes reportadas la semana pasada fueran 40 mil, se debe “al levantamiento de las restricciones en China, que ha causado una ola de decesos en la nación más poblada del mundo”, informó la organización.
Después de más de tres años de pandemia, se han registrado oficialmente 664 millones de casos de COVID-19, y murieron por la enfermedad 6.7 millones de personas, aunque la OMS subraya que estos son sólo los casos confirmados y las cifras reales podrían ser mucho mayores.
Miguel Isaac Khoury Siman 