¿Balón con chip?

La ultrabanda UWB (por sus siglas en inglés) y el sensor IMU (unidad de medición inercial) son los elementos básicos del llamado balón Al Rihla, el cual utilizó un chip para detectar movimientos y señalar su posición en la cancha.

El balón es capaz de detectar movimientos e hizo que se revolucionara el arbitraje.

Se dijo que es una tecnología descubierta hace 20 años y resurgió en el Mundial de Qatar como una herramienta para evitar polémicas.

El Bluetooth surgió hace un par de décadas como la herramienta predilecta en conectividad, dejando de lado a la UWB. Sin embargo, las empresas de tecnología comenzaron recientemente a potencializar los beneficios de la ultra banda para la interconexión de dispositivos.

La empresa alemana de tecnología Kinexon recurrió al UWB para implementarlo en el balón con chip utilizado en el Mundial 2022, pues su conexión de corto alcance proporciona mejor espectro de radio para detectar su posición.

El microchip pesa 14 gramos y, al requerir energía eléctrica, el balón debe cargarse como cualquier dispositivo con una conexión USB.

La ultrabanda permite conocer la ubicación exacta del esférico durante el partido, lo cual ayuda al árbitro asistente de video (VAR, por sus siglas en inglés) para señalar si existe un fuera de lugar, si ha entrado a la línea de meta o si ha salido de los límites de la cancha.

El otro sensor que usa el Al Rihla es el IMU, el cual permite conocer la velocidad, orientación y fuerzas gravitacionales que afectan al esférico.

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