La Asociación Mexicana de Hepatología informó que un 41 por ciento de los adultos tienen hígado graso no alcohólico, en el país casi se duplica la tasa promedio mundial.
Obesidad, diabetes, hipertensión y colesterol alto son factores de riesgo para Enfermedad por Hígado Graso no Alcohólico (EHGNA).
La EHGNA es un enemigo silencioso que afecta a 25% de la población mundial, por eso es importante prevenir, diagnosticar y tratar oportunamente esta enfermedad 100% reversible en etapas tempranas.
En el Día Internacional de la EHGNA, se dio a conocer que este problema de salud se cuadruplicó en 20 años en México, afecta de la misma manera a hombres que a las mujeres.
Se precisó que la enfermedad por hígado graso no alcohólico debe verse como un problema multisistémico en el que los cambios de hábitos alimenticios y el sedentarismo han sido determinantes, aunque también 25% de quienes la padecen son delgados. No hay un tratamiento que la cure en etapas tardías, por eso hay que prevenir, atender factores de riesgo y realizarse pruebas diagnósticas.
La Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado manifestó que, en etapas tempranas, la enfermedad es reversible con dieta saludable, ejercicio e incluso con terapia farmacológica evitando que evolucione a cirrosis, fase en que el tejido del hígado está cicatrizado y permanentemente dañado.
Perder 10% o más del peso corporal mejora la fibrosis hasta 45% y si solamente hay grasa acumulada sin que el tejido esté cicatrizado, la reversión puede ser hasta de 90%.
Conforme avanza la EHGNA, el hígado pierde sus funciones para digerir los alimentos, filtrar toxinas y fortalecer el sistema inmune, por lo que todos los médicos deben estar pendientes de los factores de riesgo para prevenir y diagnosticar a tiempo.
Pruebas sencillas en sangre y estudios de imagen como un ultrasonido hepático detectan irregularidades en la función hepática o si hay grasa en el tejido superior a 5% de la superficie total de este órgano, para evitar que evolucione a fibrosis o cirrosis y tener un mejor pronóstico en el tratamiento.
Miguel Isaac Khoury Siman 