La Resistencia a los Antibióticos

El uso masivo de los antibióticos durante las últimas décadas está ejerciendo una presión selectiva en el mundo de las bacterias, desencadenando, de modo alarmante, resistencias a numerosos antibióticos. Como resultado, tratamientos terapéuticos que en un principio fueron eficaces ahora resultan inocuos.

El descubrimiento de los antibióticos a mediados de los años treinta supuso un gran avance para la curación de enfermedades infecciosas, como la neumonía, la fiebre tifoidea, la sífilis y la tuberculosis, entre otras.

Pero, aunque los antibióticos parecían ser la solución a muchas de las infecciones bacterianas que hasta entonces eran causa de complicaciones graves e incluso la muerte, actualmente siguen siendo un problema. Parece que las bacterias han evolucionado igual que los antibióticos y estamos ante un nuevo ejemplo de la teoría darwiniana, donde sobreviven los más aptos; es decir, las bacterias han sabido adaptarse e incluso superar la barrera de los antibióticos.

Desde las últimas décadas existe un abuso generalizado de estos fármacos. La utilización masiva en clínica humana, en los animales de granja e incluso en el mundo de la agricultura ha afectado de modo general a toda la cadena ecológica.

Posiblemente, debido a un abuso inicial en las prescripciones médicas, además de generar un coste sensible a la administración sanitaria, ha dado origen a una supuesta utilización generalizada por parte de los usuarios. Son muchas las personas que ante una infección, sin saber su origen, se automedican con antibióticos e incluso los aconsejan a familiares o amigos. Por otro lado, una mala administración de estas drogas, como administrarse la dosis incorrecta o la interrupción del tratamiento, además de causar efectos tóxicos, como dañar gravemente la flora intestinal, son el origen de muchas de las resistencias bacterianas.

La idea es muy simple, las bacterias pueden adquirir resistencias ante un antibiótico por dos mecanismos: mediante mutaciones específicas del genoma del propio microorganismo, o mediante la adquisición de nuevos genes procedentes de otras bacterias.

Bases genéticas y bioquímicas de las resistencias

Tal como hemos comentado anteriormente, conocemos dos mecanismos moleculares básicos por los que las bacterias pueden volverse resistentes. Por un lado, existen las mutaciones cromosómicas, es decir, la secuencia de bases del ácido nucleico de las bacterias (ADN bacteriano) es modificada debido a factores endógenos o ambientales, produciendo una mutación que da lugar a una resistencia y ésta puede ser transmitida a su descendencia (transmisión vertical).

Por otro lado, las bacterias pueden adquirir resistencias provenientes de otras bacterias (transmisión horizontal); por ejemplo, mediante la transferencia de pequeñas porciones circulares de ADN llamados plásmidos R (plásmidos de resistencia a antibióticos).

Son muchas las personas que ante una infección, sin saber su origen, se automedican con antibióticos e incluso los aconsejan a familiares o amigos.

Conclusión

El futuro plantea numerosos problemas en este campo, como la aparición de nuevos patrones de resistencia desconocidos hasta ahora, y las cepas multirresistentes, que serán un problema terapéutico importante.

Para intentar controlar la resistencia existente y evitar los nuevos mecanismos que puedan aparecer en un futuro, las principales líneas de actuación inmediata deberían ser:

–              ¬El desarrollo de nuevos fármacos con mecanismos de acción diferentes a los conocidos.

–              ¬El control riguroso de la administración de antibióticos o fármacos similares en el mundo animal y vegetal.

–              ¬El diagnóstico etiológico de las enfermedades infecciosas, con un posterior estudio de sensibilidad bacteriana para reducir el uso de antibióticos de amplio espectro.

–              ¬Políticas de prevención de enfermedades infecciosas, de ámbito de salud pública y hospitalario.

–              La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2050 la resistencia bacteriana ocasionará 10 millones de muertes.

–              ¬El desarrollo de sistemas de vigilancia de control de resistencias en el ámbito mundial, para la detección de nuevos mecanismos de resistencias.

Dr. Rodolfo Yamil Bermúdez Habib

Hospital MAC Guadalajara

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