
Investigadores británicos informaron sobre la detección de gripe aviar en una costa de la Antártida, que ponen en riesgo algunas especies locales como los pingüinos.
A través de un comunicado publicado por el British Antarctic Survey (BAS) la presencia del virus HPAI fue confirmada entre los págalos subantárticos, una familia de aves marinas.
Los investigadores tomaron muestras de los págalos subantárticos que habían sido encontrados muertos en las islas Georgia del Sur, en alta mar, al este del extremo sur de América del Sur, pero que no se encuentra estrictamente dentro de continente antártico.
Los expertos creen que el virus fue traído por algunas aves desde América del Sur, una región que en los últimos dos años se vio muy afectada la gripe aviar con decenas de millones de aves de corral condenadas al sacrificio.
Los investigadores temen que el virus llegue eventualmente al continente sur y amenace a algunas de las variedades de pingüinos, que no viven en otros lugares y, por lo tanto, nunca pudieron desarrollar inmunidad contra este patógeno.