
Las demostraciones de amor como un beso son buenas, pero también tienen sus complicaciones como la gran variedad de bacterias que tardan en desaparecer en algún tiempo.
Un beso tiene una serie de componentes biológicos, como la saliva y el ADN. Algunos especialistas sugieren que la saliva de otra persona podría permanecer en nuestra boca durante un período de hasta seis meses.
Un estudio realizado por el Instituto de Biología Molecular de la Universidad de Comenius en Bratislava reveló que, al besarse, no solo se comparten bacterias y saliva, sino también material genético.
De acuerdo con esta investigación, los besos pueden detectar el cromosoma Y, lo que significa que solo pueden utilizarse para identificar el ADN de un hombre en la saliva de una mujer.
La boca es un caldo de cultivo para una amplia variedad de microorganismos, y cuando besamos a alguien, existe la posibilidad de que se produzca un intercambio de bacterias.