
La Larva Migrans, también llamada larva migratoria, es un parásito que encuentra su camino bajo la piel a través de pequeñas heridas o grietas en la epidermis.
Según los expertos esta larva, visible a simple vista, se manifiesta como un cordón serpenteante que crece y se desplaza lentamente bajo la piel. La afectación se manifiesta con enrojecimiento e inflamación en la zona, aunque en etapas iniciales podría confundirse con lesiones causadas por otros problemas cutáneos, como la sarna.
Se especificó que este parásito se transmite principalmente a través de las heces de algunos animales como perros, gatos y otros felinos que no han sido desparasitados, incluidos el ganado ovino, caprino y bovinos.
La Larva Migrans se desarrolla a partir de huevos depositados en las heces de estos animales y penetra la piel humana al entrar en contacto con las larvas.
La infección es más probable en lugares donde perros y gatos deambulan sin desparasitar, especialmente en suelos húmedos con arena o tierra contaminados con heces.