Los bostezos son contagiosos

La sensación placentera asociada con el bostezo puede ser explicada en parte por la teoría que sugiere que el bostezo es una forma de interocepción, que implica una conciencia de las sensaciones internas del cuerpo.

Al bostezar, no solo se produce un estiramiento de los músculos de la mandíbula y el cuello, sino que también puede estimularse el flujo sanguíneo en el cerebro y otras partes del cuerpo, lo que podría contribuir a una sensación de revitalización y satisfacción.

El bostezo puede facilitar un cambio en el estado de alerta o despertar del cerebro, lo que a su vez puede ser percibido como gratificante o refrescante, mejorando la atención y estado de alerta, lo cual es benéfico en situaciones sociales y para la coordinación del comportamiento en grupo​

Investigadores de la Universidad de Nottingham descubrieron que el acto de bostezar contagiosamente podría estar desencadenado por el área del cerebro responsable de la función motora, específicamente el córtex motor primario izquierdo.

El bostezo reflejo es considerado una forma de ecopyosis, que es la imitación automática de las acciones de otra persona. Además, intentar resistir el bostezo en realidad puede aumentar la urgencia de bostezar, y se encontró que la estimulación eléctrica del córtex motor primario izquierdo aumentaba la probabilidad de bostezar, lo que indica que esta área del cerebro juega un papel importante en el bostezo contagioso​.

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