
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que el tabaquismo mata 8 millones de personas por año en el mundo, además que los efectos del tabaco son nocivos y duraderos incluso para quienes dejan de fumar.
Además de una investigación publicada por la revista Nature se informó que fumar modifica el sistema adaptativo de forma persistente.
El sistema inmune adaptativo, que se construye con las infecciones, permanece dañado durante años en quienes han dejado de fumar.
Estas conclusiones se basan en una muestra de mil personas que fueron seleccionadas hace más de 10 años, en el marco de un proyecto llevado a cabo por el Instituto Pasteur en París, y su inmunidad fue estudiada regularmente a través de diversos exámenes, principalmente de sangre.
En este caso es el tabaquismo el que se distingue por su influencia, más que otros factores como el tiempo de sueño o el grado de actividad física.
No es totalmente nuevo. Se sabía que el fumar afecta la inmunidad «innata» – agravando las respuestas inflamatorias.
Los investigadores compararon la mortalidad entre varios grupos: fumadores activos, personas que nunca fumaron, y fumadores más o menos viejos. En el caso de estos últimos los riesgos tardan en desaparecer por completo.