
A través de un estudio hecho por la Universidad de Nuevo México se descubrió la presencia de microplásticos potencialmente tóxicos en placentas humanas analizadas.
En el estudio se dio a conocer que se encontraron pequeñas partículas de plástico de menos de cinco milímetros de largo en cada una de ellas.
Las partículas tenían un tamaño que oscilaba entre 6.5 y 790 microgramos, con una concentración promedio de 128.6 microgramos por cada gramo de placenta donada.
Los plásticos más comunes encontrados fueron los utilizados en bolsas y botellas de plástico, que representaban el 54 por ciento, seguidos por los materiales utilizados en la construcción y el nailon, que representaban el 10 por ciento.
Los microplásticos están asociados con el cáncer, problemas de fertilidad y demencia, y existe preocupación de que puedan causar que los bebés nazcan con bajo peso. Los plásticos que terminan en vertederos liberan partículas que llegan a nuestros alimentos, agua y cuerpos.
En tanto, los científicos recomiendan a las mujeres, tratar de cambiar su dieta durante el embarazo en un esfuerzo por evitar los microplásticos podría provocar peores problemas de salud para el feto en desarrollo.
El plástico tiene una gran afinidad por las grasas, como ha aprendido cualquiera que haya intentado quitar la grasa de un recipiente de plástico para almacenar alimentos.