
El glaucoma es un padecimiento es la causa principal de ceguera si no se detecta a tiempo.
También a la enfermedad se le conoce como el «ladrón silencioso de la visión» porque puede avanzar sin síntomas evidentes hasta que ya se ha producido un daño significativo en la visión. Se da principalmente en adultos mayores.
El glaucoma es una enfermedad ocular progresiva y silenciosa causando daño irreversible si no se trata a tiempo. Este padecimiento se caracteriza por el daño al nervio óptico, generalmente asociado con una presión intraocular elevada.
El nervio óptico es crucial para la visión, ya que transmite la información visual desde el ojo al cerebro. Cuando este nervio se daña, la visión periférica se ve afectada primero y, si no se trata, puede llevar a la ceguera permanente.
Los síntomas del glaucoma pueden pasar desapercibidos en las etapas iniciales, lo que hace que sea crucial realizar exámenes oculares regulares, especialmente para aquellos con factores de riesgo. Algunos de los síntomas comunes incluyen:
Pérdida gradual de la visión periférica
Visión borrosa
Halos alrededor de las luces
Dolor ocular
Enrojecimiento en el ojo
Náuseas o vómitos acompañados de dolor ocular (en casos de glaucoma agudo de ángulo cerrado)
Es importante destacar que estos síntomas pueden variar según el tipo y la gravedad del glaucoma, y pueden no manifestarse hasta que se haya producido un daño significativo en la visión.