
La hepatitis es una enfermedad ampliamente conocida. Esta afección del hígado puede ser causada por varios factores, incluyendo infecciones virales, consumo excesivo de alcohol, drogas, y algunas enfermedades autoinmunes.
Una de las manifestaciones más notables de la hepatitis es la ictericia, una condición donde la piel y los ojos de una persona se tornan amarillos. Este síntoma puede ser alarmante y a menudo lleva a las personas a buscar atención médica.
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede resultar de diversas causas. Los tipos más comunes de hepatitis son las virales, que incluyen hepatitis A, B, C, D y E. Estos virus se transmiten de diferentes maneras, como a través de alimentos o agua contaminada, contacto con sangre infectada, o relaciones sexuales sin protección.
El hígado es un órgano vital que realiza numerosas funciones esenciales para el cuerpo, incluyendo la producción de bilis, la metabolización de nutrientes, la desintoxicación de sustancias nocivas y la regulación del metabolismo.
Los síntomas de la hepatitis pueden variar dependiendo de la causa y la gravedad de la inflamación del hígado. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
Fatiga
Fiebre
Dolor abdominal
Náuseas y vómitos
Pérdida de apetito
Orina oscura
Heces de color claro
Ictericia (coloración amarilla de la piel y los ojos)