
Las mujeres que amamantan tienen un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, cáncer de mama, y cáncer de ovarios.
Especialistas explicaron que la mala nutrición en las primeras etapas de la vida puede causar daños irreversibles en el crecimiento físico y el desarrollo del cerebro.
En contraste una buena nutrición, proporcionada por la lactancia materna, tiene efectos positivos significativos, que no solo se limitan a la infancia.
De manera temprana reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante, ayuda a prevenir el sobrepeso y la diabetes tipo 2 en la infancia y además de contar con un factor protector contra la leucemia infantil, fomenta el vínculo emocional y el apego entre madre e hijo.
También se ha demostrado el impacto de manera secundaria en la optimización de los ingresos futuros de los niños, al favorecer el adecuado crecimiento y neurodesarrollo, logrando incrementar el desarrollo de sus habilidades académicas durante sus años de escolaridad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida, seguido de la introducción de alimentos complementarios .