
Expertos laborales informaron que en el mercado laboral se prioriza la buena disposición de los colaboradores.
Aunque las competencias técnicas son esenciales, su aprendizaje es más fácil que la actitud, como la disposición para aprender, colaborar y adaptarse a los cambios.
En una búsqueda por el mejor talento, en ocasiones las empresas llegan a valorar más una buena actitud que la aptitud porque cuando se carece de ganas de aprender o una buena comunicación, es más complicado el trabajo en equipo.
Si bien las competencias técnicas son esenciales, estas pueden ser desarrolladas con el tiempo. Sin embargo, la actitud, incluyendo la disposición para aprender, colaborar y adaptarse a los cambios es un rasgo más difícil de formar, por lo tanto, en algunos casos se vuelve en una cualidad priorizada por las empresas.
Actualmente las compañías empiezan a buscar profesionales que, más allá de su conocimiento técnico, puedan adaptarse a la cultura organizacional y aportar de manera positiva al equipo.