
El cáncer de pulmón es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Detectarlo de manera temprana es clave para aumentar las posibilidades de tratamiento exitoso.
Este tipo de cáncer suele ser diagnosticado en etapas avanzadas, pero realizar chequeos médicos preventivos puede marcar una gran diferencia.
Los fumadores son el grupo más vulnerable, especialmente aquellos mayores de 50 años con un historial prolongado de tabaquismo.
El tabaquismo está asociado al 85 por ciento de los casos de cáncer de pulmón. Además, personas expuestas al asbesto, la contaminación ambiental y el radón también tienen un riesgo elevado.
Aunque el cáncer de pulmón puede no mostrar síntomas en etapas tempranas, algunos indicios incluyen:
Tos persistente por más de dos semanas.
Falta de aire o dificultad para respirar.
Dolor en el pecho o espalda.
Pérdida de peso inexplicable.