
Especialistas dan a conocer que actualmente la productividad tóxica afecta la salud mental y el bienestar emocional.
Y es que dieron a conocer que la productividad se ha convertido en un indicador de éxito personal y profesional, pero en extremo ser productivo generó un fenómeno conocido como productividad tóxica.
Este término describe el desequilibrio que surge cuando la eficiencia en el trabajo se convierte en una obsesión, dejando de lado el tiempo para el ocio y el descanso.
La productividad tóxica no solo afecta cómo se maneja el tiempo, esta obsesión puede conducir a ansiedad, depresión y sentimientos de culpa al intentar disfrutar momentos de ocio. En lugar de ser una herramienta para mejorar la vida, la productividad se convierte en una fuente constante de presión.
Esto genera ansiedad y la sensación de que siempre deberíamos estar haciendo algo productivo. Esta mentalidad puede llevar a muchos a evitar el descanso necesario para el bienestar físico y mental.
Investigaciones de la Universidad de Stanford revelan que intentar realizar múltiples tareas simultáneamente es en realidad un 40% menos productivo que completarlas de manera secuencial