
La urbanización y la exposición a contaminantes atmosféricos han contribuido al aumento de casos de asma en ciudades altamente industrializadas.
Y es que las personas inhalan aire contaminado, cargado con partículas en suspensión y gases provenientes de emisiones de tráfico, industriales, partículas de polvo y microorganismos.
La exposición hace que se desarrollen enfermedades respiratorias como el asma y la bonrquitis.
Además, esta situación se agrava debido a que las mujeres y los niños son los más afectados.
De acuerdo con el Anuario de Morbilidad 1984-2022, el asma es una de las veinte principales causas de enfermedad, afectando principalmente a niños de 5 a 9 años, con más de 26 mil casos registrados en 2022, ya que los niños, al inhalar un mayor volumen de aire que los adultos, están en mayor riesgo de desarrollar asma.
Por otra parte, la prevalencia de los síntomas del asma ha incrementado en los últimos 15 años, con una mayor incidencia en mujeres debido a factores genéticos y hormonales.
Los síntomas más comunes incluyen la falta de aire, el dolor u opresión en el pecho, las sibilancias al exhalar, la tos persistente y los problemas para dormir causados por la tos o la falta de aliento.
Entre los factores de riesgo para padecer asma se encuentran la predisposición genética, el sobrepeso, ser fumador activo o pasivo, y la exposición a sustancias químicas utilizadas en la agricultura, peluquería o fábricas.