
La creatina es un compuesto natural que el cuerpo produce a partir de aminoácidos como la arginina, glicina y l-metionina. Se encuentra principalmente en los músculos y el cerebro, y su principal función es proporcionar energía rápida a las células durante actividades de alta intensidad.
Además de producirla naturalmente, también se puede obtener a través de alimentos como carnes rojas y pescados, o en suplementos deportivos.
La creatina tiene múltiples beneficios relacionados con el rendimiento físico y la salud muscular. Entre sus principales usos están:
Aumento de la fuerza muscular: Es conocida por mejorar la capacidad de realizar ejercicios de alta intensidad, como levantamiento de pesas y sprints.
Mayor resistencia anaeróbica: Ayuda a realizar más repeticiones o series en entrenamientos intensos, al reducir la fatiga muscular.
Promoción del crecimiento muscular: Favorece la hidratación celular y estimula procesos anabólicos que contribuyen a aumentar la masa muscular.
Recuperación muscular: Reduce el daño muscular y mejora la recuperación postentrenamiento.
Apoyo cognitivo: Estudios recientes sugieren que la creatina podría beneficiar la función cerebral, especialmente en personas mayores o con estrés mental.
Cuando se consume creatina, esta se almacena en los músculos en forma de fosfocreatina. Durante actividades físicas intensas, la fosfocreatina dona un grupo fosfato para regenerar adenosín trifosfato (ATP), la principal fuente de energía del cuerpo.