
Según un informe de la organización civil El Poder del Consumidor, este hábito es responsable de uno de cada tres casos nuevos de diabetes en el país, lo que representa una preocupación significativa para las autoridades y la población en general.
La diabetes, junto con las enfermedades cardiovasculares, son dos de las principales consecuencias del consumo excesivo de refrescos, jugos azucarados y bebidas energéticas. La organización ha solicitado al Estado mexicano tomar medidas urgentes para reducir este consumo, con el fin de prevenir enfermedades que pueden ser evitables a través de políticas públicas adecuadas.
El consumo de bebidas azucaradas en México ha alcanzado niveles alarmantes, con un promedio anual de 163 litros por persona. Esto ha colocado al país en una posición crítica, ya que se ha demostrado que estas bebidas son un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades cardiometabólicas como la diabetes, incluso en ausencia de obesidad. Según El Poder del Consumidor, esta alta ingesta contribuye significativamente al aumento de los casos de diabetes en el país.
De acuerdo con los datos más recientes, el 30% de los casos nuevos de diabetes en México durante el 2020 fueron causados por el consumo de bebidas azucaradas. Este incremento ha sido respaldado por estudios publicados en revistas científicas y las Encuestas Nacionales de Salud, que demuestran un crecimiento alarmante en la cantidad de personas afectadas por la enfermedad. Entre 2020 y 2022, el número de personas con diabetes en México casi se triplicó, pasando de 5.3 millones a 14.6 millones.
El número de muertes atribuibles a estas enfermedades también es alarmante. En 2020, se registraron más de 46 mil muertes por diabetes y enfermedades cardiovasculares asociadas al consumo de bebidas azucaradas, 22 mil 500 por diabetes y 23 mil 500 por enfermedades cardiovasculares. Estos datos sitúan a México como el segundo país del mundo, y el primero en Latinoamérica, con el mayor número de muertes atribuibles a estas bebidas.