
La metformina es un medicamento ampliamente utilizado en el tratamiento de la diabetes tipo 2, pero es necesario que lo recete un especialista.
La metformina pertenece a la clase de medicamentos conocidos como biguanidas. Su principal función es ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre. Lo logra de varias maneras:
Reducción de la producción de glucosa en el hígado: La metformina disminuye la cantidad de glucosa que el hígado libera al torrente sanguíneo.
Mejora de la sensibilidad a la insulina: Aumenta la capacidad de las células musculares para utilizar la glucosa, facilitando su absorción y reduciendo así los niveles de azúcar en sangre.
Disminución de la absorción intestinal de glucosa: Reduce la cantidad de glucosa que se absorbe de los alimentos en el intestino.
Estas acciones combinadas ayudan a mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de rangos saludables, lo que es crucial para prevenir las complicaciones asociadas con la diabetes tipo 2.