Algunas investigaciones científicas han encontrado asociaciones entre ciertos tipos de tintes y el desarrollo de enfermedades como el cáncer de vejiga y de mama, aunque la evidencia no es concluyente.
Las investigaciones sobre tintes capilares se han centrado especialmente en el cáncer de vejiga, particularmente en peluqueras expuestas a estos productos antes de la década de 1980.
Sin embargo, la formulación de los tintes para el cabello ha cambiado con el tiempo, lo que podría haber reducido este riesgo.
Uno de los desafíos para determinar el nivel de riesgo es la gran variabilidad en las formulaciones químicas de los tintes para el cabello.
Y es que se dio a conocer que a diferencia de los productos farmacéuticos, los tintes para el cabello no están estrictamente regulados y los fabricantes no siempre revelan todos sus ingredientes.
No obstante, los estudios han encontrado que los tintes semipermanentes y temporales, que se eliminan con los lavados, parecen ser más seguros que los tintes permanentes. Se cree que los compuestos químicos presentes en los tintes permanentes, como las aminas aromáticas y los fenoles, pueden tener efectos cancerígenos.
Miguel Isaac Khoury Siman 