Bótox para trastornos de la voz

En España, una de cada 13 personas sufre trastornos de la voz, según estimaciones de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello

Es por ello que se ha destacado que el uso de bótox resulta eficaz en el tratamiento de algunos trastornos de la voz, como la disfonía espasmódica o distonía laríngea, el temblor esencial benigno y la disfonía tensional muscular.

El empleo de bótox como tratamiento para algunas de las dolencias, como las mencionadas, ha demostrado que mejora la calidad de la voz, la fluidez de la misma, la capacidad de comunicación y, con ello, la calidad de vida del paciente.

En las disfonías, el bótox se inyecta en las fibras musculares, alrededor de las cuerdas vocales, imposibilitando la liberación de neurotransmisores, debilitando la contracción muscular y mejorando la calidad de la voz. En el temblor esencial benigno, el bótox se actúa paralizando el músculo y el nervio del músculo donde se inyecta (músculo tiroaritenoideo), lo que puede ayudar a reducir la frecuencia de los temblores.

Entre las patologías que se ven beneficiadas por el uso de bótox se encuentra la disfonía espasmódica, que produce un deterioro importante de la calidad de vida en las personas que la sufren, dado que tienen que realizar un gran esfuerzo al hablar y producen una voz desagradable, tensa, espástica.

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