El molusco contagioso un virus del que no muchos saben

El contagio del molusco contagioso ocurre principalmente por contacto directo con la piel infectada, aunque también es posible adquirirlo al tocar objetos contaminados que fueron infectados por aquellos que portan el virus.

Los síntomas del molusco contagioso son fáciles de reconocer, aunque su apariencia puede variar ligeramente de persona a persona. El principal signo son las lesiones en la piel en forma de pequeños granos o pápulas con una pequeña hendidura en el centro.

Estas protuberancias son suaves al tacto, pueden tener un brillo perlado y, en general, no causan dolor. Sin embargo, en algunos casos pueden generar picazón, enrojecimiento o inflamación si se irritan o infectan.

Las lesiones pueden presentarse de manera aislada o en grupos, y suelen aparecer en áreas expuestas como el rostro, el cuello, los brazos y las piernas. En adultos, como se mencionó, es más frecuente encontrarlas en la zona genital.

El diagnóstico del molusco contagioso suele hacerse clínicamente, es decir, a partir de la observación directa de las lesiones por parte de un médico o dermatólogo. Dado que los síntomas son bastante característicos, en la mayoría de los casos no se requieren estudios adicionales.

Es común que se propague en ambientes como transporte público, piscinas, gimnasios o guarderías, donde el contacto con superficies compartidas es constante. Además, se puede transmitir de una parte del cuerpo a otra por autoinoculación, es decir, al rascar o tocar las lesiones y luego tocar otra zona de la piel.

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