
Los fenómenos climáticos extremos como las olas de calor han sido cada vez más frecuentes e intensos en diversas regiones del mundo, incluyendo México. Cada vez es más frecuente que los domos de calor afecten a distintas ciudades o poblaciones.
Un domo de calor es un fenómeno meteorológico que ocurre cuando un sistema de alta presión atmosférica se instala sobre una región, atrapando una masa de aire caliente cercana al suelo y evitando que se disipe hacia la atmósfera superior.
Este sistema actúa como una “cúpula” o “tapa” que impide la circulación normal del aire, generando una acumulación de calor intenso durante varios días o incluso semanas.
Como resultado, las temperaturas pueden superar los valores promedio históricos y mantenerse elevadas tanto de día como de noche.
La formación de un domo de calor está relacionada con la interacción entre corrientes de aire atmosféricas y sistemas de alta presión.
Por lo regular, los domos de calor están acompañados de cielos despejados, por lo que entrará más luz solar y se intensificará el calor.
¿Cómo afecta el domo de calor?
Aumenta el riesgo de golpes de calor, deshidratación e insolación.
Agrava enfermedades cardiovasculares y respiratorias, especialmente en adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas.
Mayor consumo de energía por el uso masivo de aires acondicionados y ventiladores, lo que puede provocar sobrecargas eléctricas o apagones.
Sequías más intensas, pérdida de cultivos y estrés hídrico en zonas agrícolas.