
Algunos especialistas en salud informaron que un infarto al corazón no siempre se presenta con dolor intenso en el pecho, muchas veces los síntomas pueden ser muy sutiles o confundirse con otros malestares comunes.
Uno de los signos más conocidos es la molestia o presión en el pecho que puede sentirse como si algo pesado estuviera sobre él. A veces esa molestia se extiende al brazo izquierdo, a la mandíbula, el cuello o la espalda. No es raro que la persona sienta como si el brazo se adormeciera o doliera de manera poco común.
Otro de los síntomas es la dificultad para respirar, náuseas, sudor frío o una fatiga intensa sin explicación. En el caso de las mujeres, los síntomas pueden ser diferentes, pueden presentar molestias leves en el pecho o solo sentir mareo, debilidad extrema o dolor en la parte alta del abdomen.
El infarto también puede aparecer de forma silenciosa, especialmente en personas con diabetes, donde los nervios que normalmente alertan de un dolor están dañados y no mandan señales claras al cerebro. Hay casos donde el infarto se presenta con ansiedad repentina, sensación de muerte inminente o palpitaciones aceleradas.