Aunque coloquialmente se llama mollera, el término médico es fontanela. Se trata de puntos blandos en el cráneo de un bebé. Aparecen porque, al momento del nacimiento, los huesos del cráneo no están unidos de manera firme, así la cabeza puede pasar por el canal de parto.
Contrario a lo que se cree, los bebés no tienen una, sino varias fontanelas, tanto en la parte superior, como atrás y a los lados de la cabeza. Conforme el bebé crece, estas se endurecen y se vuelven áreas sólidas y cerradas.
Pero además de ayudar al nacimiento, la mollera permite que el cerebro crezca y se desarrolle adecuadamente. Asimismo, puede ser un indicador de problemas de salud. Por esa razón, es importante prestar atención a si se abulta o se hunde.
Los expertos dieron a conocer que la mollera se hunde por deshidratación, que es considerada la causa más común, pues se presenta cuando un bebé pierde más líquidos de los que consume.
Otra es la alimentación deficiente o malnutrición, esto es cuando el menor no recibe suficientes nutrientes, además puede afectar su crecimiento y desarrollo físico.
Miguel Isaac Khoury Siman 