
El agua micelar es una solución limpiadora que contiene micelas, unas partículas capaces de atraer la suciedad, el aceite y los restos de maquillaje en la piel.
Actúan como imanes que capturan las impurezas y las eliminan sin la necesidad de frotar con intensidad ni de enjuagar el rostro.
Esta solución fue desarrollada originalmente en Francia para ayudar a las personas a limpiar su piel en lugares donde el agua era dura o poco apta para uso cosmético. Hoy, su uso se ha extendido a nivel mundial, y se ha posicionado como un producto básico en muchas rutinas de skincare por su practicidad.
Una de las principales razones por las que el agua micelar ha ganado popularidad es su capacidad para limpiar el rostro de forma rápida y suave.
Aunque también puede tener efectos secundarios como irritar pieles sensibles, resecar la piel y no elimina maquillaje resistente al agua.