
El trastorno bipolar es una condición de salud mental caracterizada por cambios extremos en el estado de ánimo, la energía y la capacidad de funcionamiento. Las personas con este trastorno experimentan altibajos emocionales que van más allá de las fluctuaciones normales del estado de ánimo. Estos episodios, conocidos como manía (o hipomanía) y depresión, afectan de manera significativa la vida cotidiana, las relaciones interpersonales y el rendimiento en el trabajo o estudio.
Durante un episodio de manía, la persona puede sentirse eufórica, tener una autoestima exagerada, dormir poco, hablar excesivamente, pensar rápidamente y embarcarse en actividades de riesgo, como gastar dinero de forma impulsiva o tomar decisiones sin medir consecuencias. Estos episodios pueden durar varios días o semanas.
En contraste, un episodio de depresión en el trastorno bipolar implica sentimientos intensos de tristeza, desesperanza, fatiga, falta de interés en actividades habituales, dificultades para concentrarse e incluso pensamientos suicidas. La alternancia entre estos dos polos emocionales es lo que da nombre al trastorno.