
Los casos de peste en humanos se consideran poco frecuentes; los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos reportan solo unos pocos al año.
No existe una vacuna contra esta enfermedad, que puede ser mortal si no se trata a tiempo, dado que la bacteria que causa la peste puede infectar los pulmones (peste neumónica) o la sangre.
Los estados del suroeste de Estados Unidos concentran la mayoría de los casos, debido a que los roedores y sus pulgas son portadores de la bacteria, que puede transmitirse a los humanos.
Los casos de peste bubónica son poco frecuentes; en Estados Unidos, los contagios ocurren en áreas rurales como Nuevo México, Arizona, California y otros.
Las autoridades sanitarias de Arizona investigan un caso de peste bubónica en el que un residente falleció a causa de la enfermedad, lo que marca el primer caso mortal en humanos en Estados Unidos este año.