
Durante el embarazo se tienen que aplicar varias vacunas con la intención de cuidar su salud y la de su bebé.
Durante el embarazo, el sistema inmunológico de la madre cambia para permitir la formación de un nuevo ser. Este ajuste la hace más vulnerable a infecciones, particularmente respiratorias.
Estas infecciones no solo afectan a la madre. Enfermedades como influenza o COVID-19 pueden derivar en complicaciones graves como parto prematuro, restricción del crecimiento fetal o incluso muerte materna y fetal.
Entre las vacunas que se recomiendan y que son seguras para mujeres embarazas se encuentran: TDAP (Tétanos, Difteria y Tosferina Acelular), que se tienen que aplicar a la semana 20 del embarazo, idealmente entre la semana 27 y 36.
Esta protege a la madre y al recién nacido contra la tosferina, una enfermedad respiratoria grave.