
La mantequilla y la margarina parecen productos similares por su sabor y por su función de dar sazón a nuestros alimentos. Sin embargo, detrás de su textura cremosa hay componentes que, si se consumen en exceso, pueden perjudicar al corazón.
La Clínica Mayo, organización especializada en salud preventiva, realizó un análisis sobre cuál de estos dos productos, que comúnmente utilizamos en alimentos como los hot cakes, podría representar un mayor riesgo cardiovascular.
El instituto clínico compara los tipos de grasas presentes en la mantequilla y la margarina, y ofrece recomendaciones nutricionales para ayudar a los consumidores a elegir el producto más adecuado para la salud.
De acuerdo con los especialistas de la Clínica Mayo, la elección entre margarina o mantequilla debe centrarse en el tipo de grasas que contienen y su impacto en la salud cardiovascular.
La mantequilla contiene principalmente grasas saturadas, ya que se elabora a partir de la grasa de leche. Este tipo de grasa está asociada con el aumento del colesterol de lipoproteínas de baja densidad, conocido como colesterol malo, y su consumo excesivo puede elevar el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.
La mantequilla se elabora mediante un proceso en el que se bate la crema de leche hasta separar la grasa del suero. Esta grasa se compacta, se lava y se amasa hasta obtener una textura cremosa y untable, que puede consumirse tal cual o con sal añadida.