
Los lunares son acumulaciones de células pigmentadas llamadas melanocitos. Estas células son las responsables de producir melanina, el pigmento que da color a la piel, el cabello y los ojos.
En lugar de distribuirse de manera uniforme, los melanocitos a veces se agrupan, dando lugar a estas pequeñas manchas en la piel que pueden variar en color (desde tonos marrones claros hasta casi negros) y en textura.
La aparición de los lunares responde a una combinación de factores genéticos, hormonales y ambientales: genética, cambios hormonales o exposición al sola
En el caso de los cambios hormonales, se refieren a etapas como la pubertad, el embarazo o el uso de anticonceptivos hormonales pueden estimular la aparición de nuevos lunares o hacer que los existentes cambien ligeramente.
Por lo tanto, sí es normal que aparezcan nuevos lunares, sobre todo en la infancia, adolescencia y hasta los 30 años. No obstante, si notas la aparición de lunares nuevos después de los 40 o 50 años, es recomendable consultar a un dermatólogo.