
Los obesógenos son químicos que están presentes en productos de uso cotidiano y tienen una fuerte conexión con problemas del metabolismo y enfermedades crónicas como la diabetes
La prevalencia de la obesidad continúa escalando a proporciones epidémicas, con tasas casi triplicándose desde 1975 y multiplicándose casi por cinco en niños y adolescentes, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La explicación tradicional del desequilibrio entre ingesta calórica y gasto energético se muestra insuficiente.
A pesar de una mayor conciencia y diversas intervenciones, el 42% de los adultos en Estados Unidos padece obesidad, y en la Región de las Américas, el 62.5% de los adultos sufre de este problema o sobrepeso.
Pero también se dijo por parte de los expertos que los obesógenos, compuestos químicos ambientales que podrían estar alterando nuestro metabolismo de formas inesperadas y contribuyendo a esta crisis global de salud.
Los obesógenos son una categoría de compuestos químicos, que pertenecen a la familia de los disruptores endocrinos (sustancias que pueden interferir con el funcionamiento hormonal).
Su peligrosidad radica en su capacidad para afectar de forma negativa el organismo, el crecimiento y hasta procesos de índole sexual, como registró un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition (Am J Clin Nutr).