Cáncer cervicouterino y el papanicolaou

El cáncer cervicouterino, una enfermedad que, a pesar de ser detectable a tiempo, sigue siendo una de las principales causas de mortalidad femenina a nivel global y en países como México, donde la tasa de mortalidad es de nueve casos por cada 100 mil pacientes, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Anualmente, se estima que 19 millones de muertes por este tipo de cáncer podrían evitarse en los próximos 40 años si se garantiza el tratamiento oportuno. Pero el papanicolau, una de las herramientas para identificarlo, puede fallar.

El 50% de las veces existe la posibilidad de equivocarse en un Papanicolaou. Hay casos en los que el estudio debería haber resultado positivo y no lo fue, así como mujeres que sí reciben tratamiento, pero cuyo estudio no arroja el resultado correcto.

Durante décadas, el papanicolaou (frotis de Pap) ha sido el pilar fundamental para la detección del cáncer de cuello uterino. Sin embargo, a pesar de su rol histórico, los estudios demuestran que su efectividad es limitada, detectando solo 4 de cada 10 casos de precáncer cervica, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

La Dirección de Evaluación de Tecnologías en Salud (CENETEC) sugiere que la prueba de ADN del VPH es la vía de detección más eficaz, con una sensibilidad del 89.9% al 94% para la detección de lesiones precancerosas.

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