
El ‘doomscrolling’ es la adicción para consumir noticias negativas sin parar. Descubre sus riesgos y cómo romper este hábito digital.
El término doomscrolling, también llamado doomsurfing, se refiere al hábito compulsivo de pasar excesivo tiempo leyendo noticias negativas en redes sociales o sitios web. Surgió con fuerza durante la pandemia de COVID-19, cuando el acceso constante a información perturbadora se convirtió en una rutina para muchos.
Este comportamiento está impulsado por nuestro sesgo de negatividad inherente —una disposición evolutiva a prestar más atención a lo negativo— y por el miedo a perderse algo importante (FOMO, por sus siglas en inglés).
El doomscrolling puede afectar a cualquier persona, pero ciertos grupos son más susceptibles.
Jóvenes y adultos jóvenes: se ha identificado que los millennials (46 por ciento) y la generación Z (51 por ciento) son quienes más frecuentemente doomscrolling practican.
Personas con ansiedad o depresión existentes, así como aquellas con rasgos de neuroticismo elevados, son más propensas a caer en este ciclo nocivo.
Usuarios intensivos de redes sociales, por su frecuente exposición a flujo continuo de noticias imperfectas.