El síndrome de Gilbert se confunde con la hepatitis

El síndrome Gilbert es una condición genética e inusual que también se origina en el hígado, no es tan peligroso como la hepatitis.

Un tono amarillento en la piel es la señal típica de la hepatitis, pero si no hay tos, puede ser un fenómeno inusual: el síndrome de Gilbert. Las similitudes hacen que a menudo las personas confundan ambas condiciones.

El síndrome de Gilbert se origina en el hígado, el mismo órgano que la hepatitis afecta.

El hígado tiene como una de sus tareas eliminar la bilirrubina, que es la sustancia amarillenta formada en el proceso de descomposición de los glóbulos rojos viejos.

Las personas con este síndrome tienen un gen mutado, el UGT1A1, que produce entre el 30% y el 50% de la enzima necesaria para procesar la bilirrubina, de acuerdo con el Manual Merck. Esto provoca que la bilirrubina se acumule ligeramente en la sangre, lo que los médicos llaman hiperbilirrubinemia no conjugada.

Este síndrome se confunde con la hepatitis por la piel amarillenta es un síntoma relacionado con problemas en el hígado, y la hepatitis es una de las primeras enfermedades que vienen a la mente. Por eso, no es raro que el síndrome de Gilbert se confunda con afecciones más graves.

Deja un comentario