
El refuerzo de ciertas áreas cerebrales gracias a un medicamento específico puede mejorar la capacidad de frenar el impulso de beber, según investigadores de la Universidad de Colorado, que evaluaron esta intervención en 64 voluntarios
Un equipo de la Universidad de Colorado encontró una posible manera de ayudar a las personas que luchan con el consumo excesivo de alcohol usando un medicamento que mejora el autocontrol en el cerebro. El fármaco, llamado tolcapone, ya se utiliza para tratar el Parkinson, pero ahora se investiga por su impacto en la capacidad de las personas para decidir dejar de beber.
Hoy en día, las medicinas para la adicción al alcohol ayudan principalmente a disminuir las ganas de beber o a controlar los malestares de la abstinencia. Sin embargo, su efectividad suele ser baja. Los especialistas resaltan la necesidad de explorar nuevos caminos.
En las personas con adicción al alcohol, la región del cerebro encargada del autocontrol (la corteza prefrontal) funciona mal. Allí es clave una sustancia llamada dopamina, que influye en la motivación y en cómo se toman decisiones. Si la dopamina no circula bien en esa zona, resulta más difícil decir “no” a un trago.