
La radiación de los celulares suele ser sutil, es clasificada como “posiblemente cancerígena”.
Con más del 75% de la población mundial conectada a sus teléfonos celulares, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las implicaciones sobre la radiación que emiten son importantes.
Tu celular emite un tipo de energía invisible que se clasifica como radiación de radiofrecuencia (RF), según los Centros de Control de Enfermedades en E.U. (CDC). Esta radiación no tiene la energía suficiente para dañar directamente el ADN o las células de tu cuerpo, como explica el Instituto Nacional del Cáncer en E.U. (NCI).
La mayoría de los celulares liberan energía en forma de ondas electromagnéticas sin capacidad para dañarte, de acuerdo con la OMS.
Radiación no ionizante: La radiación de radiofrecuencia se encuentra en la parte no ionizante del espectro electromagnético, lo que significa que no rompe enlaces atómicos y no causa algún peligro para la salud.
Además de los celulares, otras fuentes de esta radiación incluyen el Wi-Fi, los hornos de microondas y las señales de radio y televisión.
La cantidad de energía de radiofrecuencia absorbida por el cuerpo se mide con una unidad llamada Tasa de Absorción Específica (SAR), expresada en vatios por kilogramo (W/kg).