
El insomnio crónico puede acelerar el envejecimiento cerebral y aumentar el riesgo de demencia, según un estudio en Neurology.
Un estudio publicado en la revista Neurology analizó a más de 5 mil adultos y encontró que quienes sufrían insomnio crónico presentaban cambios cerebrales similares a los de personas hasta cinco años mayores. La investigación, respaldada por expertos de la American Academy of Neurology, confirma lo que muchos sospechaban: dormir mal no solo roba energía, también erosiona la memoria y acelera el deterioro neurológico.
El insomnio crónico se define como la dificultad persistente para conciliar o mantener el sueño al menos tres noches por semana durante tres meses o más. No se trata de una molestia pasajera, sino de un trastorno con efectos acumulativos que repercuten en la salud mental y física.
El cerebro necesita del sueño profundo para reparar tejidos, consolidar recuerdos y eliminar toxinas a través del sistema glinfático. Cuando este proceso se interrumpe de forma crónica, el resultado es un acelerado envejecimiento cerebral, evidenciado en menor volumen de sustancia gris y alteraciones en la conectividad neuronal.
La investigación publicada en Neurology incluyó imágenes por resonancia magnética (IRM) y pruebas cognitivas a lo largo de 10 años.