
El cerebro consolida mejor los recuerdos débiles si están vinculados a emociones
Lejos de ser un proceso aleatorio, recientes estudios científicos revelan que esta selección responde a mecanismos cerebrales que incluyen la carga emocional del momento y la reactivación repetida de ciertas memorias.
Un estudio publicado en Science Advances liderado por investigadores de la Universidad de Boston demostró que asociar recuerdos débiles o rutinarios con experiencias emocionalmente significativas —ya sean positivas o intensas— puede aumentar su permanencia en la memoria a largo plazo.
En los experimentos, los participantes observaron una serie de imágenes: algunas fueron calificadas como «neutrales», mientras que otras estaban vinculadas a recompensas monetarias o estímulos negativos leves, como descargas eléctricas.
Al día siguiente, se les aplicó una prueba de memoria sorpresa. Los resultados fueron: los recuerdos inicialmente frágiles, que en condiciones normales habrían sido olvidados, se consolidaron cuando se asociaron con emociones intensas. Por el contrario, cuando todas las imágenes eran emocionalmente cargadas, el efecto potenciador disminuía. Esto sugiere que el cerebro es selectivo incluso dentro