
Un nivel de glucosa menor a 50 mg/dL puede causar coma hipoglucémico y dejar secuelas neurológicas si no se atiende a tiempo.
La insulina es esencial para la vida de los pacientes con diabetes tipo 1, pues sin ella el organismo no puede regular la glucosa en sangre. Sin embargo, un alto nivel en su administración puede resultar perjudicial, indican especialistas mexicanos.
En algunos casos, puede provocar episodios de hipoglucemia, ya que una dosis elevada —especialmente si han pasado varias horas sin ingerir alimentos— puede reducir los niveles de glucosa en sangre de forma excesiva.
Una disminución de la glucosa por debajo de los 50 mg/dL puede inducir un coma hipoglucémico, un estado en el que la actividad cerebral se aplana o interrumpe por completo.
Aunque puede revertirse mediante la administración de glucosa intravenosa, el riesgo de secuelas neurológicas importantes es elevado.
El daño neuronal es una de las consecuencias más severas, ya que el cerebro depende casi exclusivamente de la glucosa como fuente de energía para mantener sus funciones vitales.