
El dolor sordo afecta a múltiples sistemas del cuerpo y puede ser difícil de localizar, pero un diagnóstico integral y tratamiento adecuado mejoran la calidad de vida.
El dolor sordo es una molestia constante y de intensidad moderada que se caracteriza por ser difusa y difícil de localizar. Puede tener múltiples causas, desde problemas musculares hasta enfermedades internas o nerviosas.
La Clínica Universidad de Navarra señala que el dolor sordo es una molestia persistente, de intensidad leve a moderada, con una naturaleza difusa y, en muchos casos, difícil de localizar con exactitud.
A diferencia del dolor agudo o punzante, este tipo de dolor se percibe como una sensación continua, sin alcanzar picos intensos, aunque su intensidad puede fluctuar.
Este dolor puede presentarse en distintas zonas del cuerpo y estar ligado a múltiples causas médicas, desde afecciones musculares hasta patologías más complejas que requieren evaluación especializada.
El dolor de este tipo suele formar parte del dolor crónico: aquel que persiste más allá del tiempo normal de curación.