
El paracetamol puede elevar la presión arterial y causar daño hepático o renal en adultos mayores si se abusa de él.
El paracetamol, también conocido como acetaminofén, es uno de los analgésicos más populares en el mundo por su efectividad para aliviar el dolor y reducir la fiebre.
Sin embargo, aunque suele considerarse un medicamento seguro, su uso en adultos mayores requiere especial precaución, pues con el paso del tiempo, el cuerpo metaboliza los fármacos de forma diferente, lo que puede aumentar el riesgo de efectos adversos si no se utiliza correctamente.
El acetaminofén es un fármaco analgésico (alivia el dolor) y antipirético (reduce la fiebre), MedLine Plus.
Se usa comúnmente para tratar dolores leves a moderados: dolor de cabeza, muscular, menstrual, de garganta, muelas, espalda, resfriados y molestias tras vacunas. También puede emplearse para reducir la fiebre y aliviar síntomas de artritis leve o osteoartritis.
Sin embargo, los mayores de 65 años (y especialmente aquellos con comorbilidades) pueden estar en mayor riesgo de efectos adversos, por razones como alteraciones en el metabolismo, función hepática o renal disminuida, y múltiple uso de medicamentos (polifarmacia).