
La trombosis ocurre cuando un coágulo de sangre bloquea una vena o arteria, lo que puede derivar en complicaciones graves como infartos, embolias o derrames cerebrales.
Este coágulo puede bloquear parcial o totalmente el flujo sanguíneo o desprenderse y viajar a otras partes del cuerpo.
Si se aloja en zonas vitales como los pulmones, el corazón o el cerebro, puede provocar complicaciones graves e incluso una emergencia médica potencialmente mortal.
Los síntomas de la trombosis varían según el tamaño del coágulo y su localización. Las obstrucciones son más comunes en áreas con vasos sanguíneos estrechos o sensibles, como los pulmones, el cerebro, el corazón, el abdomen y las extremidades.