La obesidad daña directamente el corazón

Según los expertos la obesidad daña al corazón ya que provoca una inflamación crónica que daña los vasos sanguíneos y favorece la formación de placas que pueden causar infartos y trombosis.

Se dio a conocer que la obesidad no solamente es el aumento de peso o la acumulación de grasa corporal, también es un proceso inflamatorio crónico que daña el funcionamiento del corazón y aumenta el riesgo de infartos o accidentes cerebrovasculares.

La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y sistémica, que genera un estado constante de inflamación en el cuerpo.

El cuerpo de una persona con obesidad mantiene una inflamación de bajo grado de manera constante. Este proceso ocurre a nivel del endotelio, una delgada capa de células que recubre el interior de las arterias y arteriolas y cuya función es mantener la circulación fluida.

La obesidad se asocia con resistencia a la insulina, dislipidemias y aumento de triglicéridos, factores que contribuyen al desarrollo de aterosclerosis, es decir, el endurecimiento y estrechamiento de las arterias.

Este proceso hace que el corazón trabaje con más esfuerzo para bombear la sangre, lo que puede derivar en hipertrofia del ventrículo izquierdo, insuficiencia cardíaca y un mayor riesgo de infarto o embolia cerebral.

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