
De acuerdo con datos recientes de la Federación Internacional de Diabetes (FID), el 77% de las personas con diabetes ha experimentado ansiedad, depresión u otra afección de salud mental relacionada con la enfermedad.
Estas cifras reflejan que el impacto psicológico de la diabetes es tan relevante como sus manifestaciones físicas.
En total, 83% de los encuestados reconoció que este temor afecta directamente su bienestar mental.
Otros factores que influyen son el control diario de la enfermedad (76%), el estigma o la discriminación social (58%) y el miedo a las agujas (55%).
Vivir con diabetes implica mucho más que un tratamiento físico, es también un desafío mental constante que requiere apoyo psicológico, educación terapéutica y acompañamiento médico empático.
Aunque no todas las personas con diabetes desarrollan trastornos de salud mental, el vínculo entre ambas condiciones es cada vez más evidente.
Según la FID, 79% de los pacientes ha sufrido agotamiento emocional relacionado con su enfermedad, principalmente por la tensión que supone mantener rutinas diarias de control, medicación y alimentación.